Frente a la vorágine de la Fast Fashion, la fiebre por las prendas de usar y tirar en una carrera sin freno de la tendencia por la tendencia, sin importar la calidad, ni la procedencia de las prendas, ni los armarios rebosantes de cosas que nunca más usaremos surgen preciosos proyectos como Knitbrary.
Detrás de este acrónimo anglosajón knit (punto) + library (biblioteca) están Yolanda Estévez y Pedro Castellanos y su certeza de que la calidad es el mejor pasaporte para conquistar el mundo frente al "made in China" (o sus vecinos) y el todo vale.
Desde su taller de A Coruña Yolanda y Pedro apostaron todo al uno por las prendas de punto, tejidas y teñidas a mano con técnicas tradicionales.
Frente a la caducidad de la tendencia por la tendencia, Knitbrary nos propone diseños atemporales y líneas puras y colores sobrios (que también se obtienen artesanalmente), un retorno al origen, no sólo tejiendo de forma artesanal la alpaca “baby”en el propio Perú o la vicuña, conocida como el “oro de los Andes” sino también por la puesta en valor de lo que algunos consideramos el verdadero lujo: el comercio justo,la calidad y la artesanía.
Yolanda y Pedro acaban de venir de Florencia, de presentar en la Pitti Uomo su colección para hombre para el verano 2016 y en octubre harán lo mismo en París con su colección femenina.
Yolanda vuelve a romper tópicos explicándome el éxito de sus prendas masculinas "El hombre que busca el lujo es más sibarita que la mujer, en general" me dice "Está interesado en la calidad, en el proceso y la historia que hay detrás de esa prenda. Dedica más tiempo a la elección de colores y suele ser más exigente".
Y es que los pedidos se hacen bajo demanda, y están confeccionados como piezas únicas con un número de edición. como pequeñas obras de arte que son. Tanto, que el ojo avispado podrá apreciar las distintas tensiones de cada tejedora.
El respeto por el trabajo de los artesanos y la elección de las maravillosas materias primas implica unos precios también de altura. Por ejemplo, las prendas de alpaca “baby” superan los 500 euros, y los de vicuña, conocida como “oro de los Andes” se elevan a los 3.500.
Una buena razón para comprarse una hucha y empezar a juntar moneditas.
Detrás de este acrónimo anglosajón knit (punto) + library (biblioteca) están Yolanda Estévez y Pedro Castellanos y su certeza de que la calidad es el mejor pasaporte para conquistar el mundo frente al "made in China" (o sus vecinos) y el todo vale.
Desde su taller de A Coruña Yolanda y Pedro apostaron todo al uno por las prendas de punto, tejidas y teñidas a mano con técnicas tradicionales.
Frente a la caducidad de la tendencia por la tendencia, Knitbrary nos propone diseños atemporales y líneas puras y colores sobrios (que también se obtienen artesanalmente), un retorno al origen, no sólo tejiendo de forma artesanal la alpaca “baby”en el propio Perú o la vicuña, conocida como el “oro de los Andes” sino también por la puesta en valor de lo que algunos consideramos el verdadero lujo: el comercio justo,la calidad y la artesanía.
Yolanda y Pedro acaban de venir de Florencia, de presentar en la Pitti Uomo su colección para hombre para el verano 2016 y en octubre harán lo mismo en París con su colección femenina.
Yolanda vuelve a romper tópicos explicándome el éxito de sus prendas masculinas "El hombre que busca el lujo es más sibarita que la mujer, en general" me dice "Está interesado en la calidad, en el proceso y la historia que hay detrás de esa prenda. Dedica más tiempo a la elección de colores y suele ser más exigente".
Y es que los pedidos se hacen bajo demanda, y están confeccionados como piezas únicas con un número de edición. como pequeñas obras de arte que son. Tanto, que el ojo avispado podrá apreciar las distintas tensiones de cada tejedora.
El respeto por el trabajo de los artesanos y la elección de las maravillosas materias primas implica unos precios también de altura. Por ejemplo, las prendas de alpaca “baby” superan los 500 euros, y los de vicuña, conocida como “oro de los Andes” se elevan a los 3.500.
Una buena razón para comprarse una hucha y empezar a juntar moneditas.
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