Santiago (é)tapas: la ruta del gastroplacer en bocaditos

Noviembre es EL MES en Santiago de Compostela: se celebra Cineuropa, la lluvia ya ha hecho suya el empedrado de la ciudad y tiene lugar uno de los eventos gastronómicos más participativos: las (é)tapas. En un lugar donde no se concibe el chateo sin que te pongan (gratisporlacara) raciones tan abundantes que en ocasiones te disuaden de cenar es sorprendente el rápido arraigo de este certamen que nos tiene peregrinando de local en local casi veinte días y en el que se cobran a 2 euros estos divertimentos culinarios.
Los bares y restaurantes de Compostela concentran en sus petiscos todo su saber hacer y creatividad.
Alucino con el espectacular giro que le han dado a nuestro pulpo en La Cantina de A Curtidoría con este "Polbo na eira".



O este "Aguacoca" con Anchoa del Cantábrico también del encantador local de Doutor Teixeiro.



Igual de apetecible y divertida me resulta la propuesta de su hermana mayor ubicada en la Rúa da Conga: A Curtidoría reinventa la Ropa Vieja en este delicioso Won Ton.



Exótica es una de las apuestas de un nuevo establecimiento en la Rúa das Orfas, el Malak, que recurre a sus raíces árabes para hacer un timbal de pollo y verduritas.



O este "Coulant de patata y queso".


Pero una de las cosas que más me gustan de este evento es que, en ese delicioso peregrinar intentando completar el tapasporte, siempre acabas descubriendo lugares maravillosos. Establecimientos a los que nunca hubieses ido, quizás porque no habías oído hablar de ellos o porque no se encuentran en las zonas que tú frecuentas y que son el tesoro de esta ruta.
El Restaurante Susos, en la Cuesta de San Marcos, sorprenderá a más de uno con la sencilla exquisitez de su cocina tradicional.
Un local ubicado en pleno camino francés no podía evitar las referencias al "Fardo peregrino".



Ni a los productos de la ría, su especialidad, en este "Mare Nostrum"



Una golosa empedernida como yo disfruta especialmente las tapas dulces como esta "Tentación de Eva escondida".



Las estupendas fotografías son de Iván Nespereira. Gracias. Yo en estas cosas soy más de comer que de enfocar. Se me van la mano y los ojos y pierdo el sentido.


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