La Costa da Morte es una preciosidad, eso sí, hay que ir bien pertrechado contra el frío, pues el viento está garantizado, ya sea verano o invierno.
Muxía es uno de los dos destinos para los que se quedan con ganas una vez que llegan a Compostela y quieren continuar el Camino de Santiago.
Nunca te dejes engañar por el sol brillante. Tráete una capita o una trenca y recógete el pelo para poder pasear junto al faro y maravillarte ante la fuerza de las olas.
La Pedra de Abalar es uno de los principales atractivos de Muxía. Mide casi siete metros y está situada junto al Santuario de la Virxen da Barca.
Le atribuyeron capacidades adivinatorias, decían que predecía desgracias cuando "abalaba" sola e incluso la usaron como instrumento para probar la culpabilidad e inocencia de la gente.
Pero Muxía es uno de esos sitios en los que tomar un buen pescado o marisco fresquito. Uno de esos lugares en los que perderse de cuando en cuando.
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