73. El principito

Me encanta ese libro y, francamente, no sé muy bien por qué, porque el capítulo del Zorro siempre me ha dado muchas ganas de llorar por lo egoísta y desconsiderado que es el dichoso Principito.

Es por eso que me río muchísimo con unas pintada que hay en la entrada de unos cines.
Lo que distingue a un niño, de un P niño de los C...



Otra forma de ver lo que se ha considerado una loa a la imaginación infantil.
Una explicación alternativa a la mítica boa que se ha comido un elefante.



Hay que fijarse bien en la parte de abajo de la columna, que la pintada ya está viejita.

Comentarios

  1. No me he leído el libro, porque, como dicen unas amiguitas, soy una niña sin infancia, pero por los de las pintadas, parece ser que alguien se ha quedado un poco traumatizado.

    ResponderEliminar
  2. Yo no tengo tan claro que no hubiese drogas de por medio!! Molan las pintadas! Es verdad que 'le petit prince' irrita bastante en ocasiones...
    (inés, este mensaje es una entonación de mea culpa, cuando te pillan te pillan) :-)

    ResponderEliminar
  3. jajja... Anita: cuando quieras te presto el libro.
    Mola aunque, como dice Esther ¿Drogas??? ¡noooo qué vaaaaa!

    Esther: queda compensada la cazada jajaj

    ResponderEliminar
  4. Si el libro lo tengo, y en francés, pero nunca me he atrevido, y supongo que ya he olvidado tanto mi francés que no sé si seré capaz de leerlo.

    ResponderEliminar
  5. Que sí, que sí... que es facilito.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario