64. Las primeras mandarinas


Las mandarinas son de lo mejor del mundo. De lo mejor que la naturaleza nos da así por las buenas, vamos.
Sólo las primeras, las que son mandarinas, mandarinas (nada de clementinas, ni clemenvillas ni sucedáneos del estilo) tienen ese justo equilibrio entre lo ácido de los cítricos y el dulzor de una promesa de otoño.
Es de lo único que consigue consolarme del hecho de que el verano va tocando a su fin.

Comentarios

  1. Estoy de acuerdo, aunque eso de que la naturaleza las da por las buenas es discutible. Llevo dos años esperando a comerme la primera de las mandarinas de mi mandarino; aunque la apuesta real no es si da o no da, sino si sobrevivirá al invierno o no...

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