55. Los hoteles con encanto... y sus restaurantes

Hace poco más de un año que abrió el Hotel Quinta da Auga y puede decirse que lo nuestro fue un amor a primera vista.
A primera vista, y a primera cucharada, porque lo que me tiene loca es su restaurante Filigrana.



No es un sitio para ir a cenar todos los días (40€ por persona con vino y postre, aproximadamente y una carta que si repites mucho se hace un poco corta)... pero es un sitio en el que se come bien ¡y se está de maravilla!

Lo malo de salir con gente que fuma, y es un poquito dictadora, es que me pierdo el espectacular comedor blanco que está destinado a la gente sana como servidora.
No es que el berenjena no sea bonito, que lo es, pero el blanco tiene chimenea y es como subir al cielo y pasar de San Pedro.

Un bonito edificio tradicional gallego rehabilitado con buen gusto y evidente esmero. Me encantan los toques provenzales, las pinceladas de color y su atmósfera calmada, y aunque creo que es un estilo manifiestamente femenino... hasta el hombre con más pelo en pecho se encuentra cómodo allí.



La cocina va por los mismos derroteros: una base tradicional que se aprecia en las excelentes materias primas, pero con aportaciones.



Me encanta su empanada de maíz con sorpresa, las croquetas y una cosa que hacen con grelos y cachelos que va al horno y cuyo nombre no puedo acordarme.
Con el café (de esos de tazas enormes en las que podrías nadar unos largos) te ponen unos palitos de limón y una especie de bombones buenísimos.

Un sitio genial al margen del mundanal ruido y con un servicio amabilísimo.

Paseo da Amaia 23b. Urbanización Brandia. Vidán
981 534 636

Comentarios

  1. Pues he pasado veces por delante del cartel indicador del restaurante y siempre me preguntaba que qué tal sería. Ahora ya tengo una idea, muy tentadora, además... Aunque echo de menos tu típico comentario sobre los postres.

    ResponderEliminar
  2. Varias cosas sobre el color:
    1. El berenjena es mucho más agradecido y cálido.
    2. Si por un mal movimiento del tenedor, algo se escapa del plato, con la pared blanca dejas un manchón seguro y pasas un bochorno horroroso.
    3. Agradezco que uses el término berenjena, mucho más que malva. Ese color siempre me retrotrae a los hábitos de Semana Santa... y dan mucho miedito
    4... y último. Los fumadores, quitando el olor bucal matutino, siempre somos una compañía estupenda.

    ResponderEliminar
  3. Querida Ana: de momento no encontré ningún postre que merezca ser reseñado... Creo que ellos tampoco porque ya han cambiado varias veces. Antes tenían un "chisme" de queso que era más salado que dulce... Estaba bueno, pero no era un postre.
    También tomé una piña rellena que también estaba buena pero (a parte de enoooorme, casi fallezco en el intento, porque me da mucha rabia dejar el postre sin terminar), me hizo sentir como una turista inglesa en el buffet de un hotel de Acapulco. No sé cómo se sentirá la señora inglesa, pero a mi se me hizo raro.

    Querido PMV: tú eres buena compañía hasta recién levantado. Nounca me he visto en la circunstancia, pero estoy segura de que así debe de ser.
    Una parte de mi es de una ciudad con querencia por tales desfiles de monigotes ... Así que el morado también tiene connotaciones contradictorias para mi.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, si tiene spa entonces ya muero, y el postre si acaso me lo traigo de casa

    ResponderEliminar
  5. Tiene espa, cierto. Pequeñito, pero apañado.

    ...y el postre se come, pero no es para morirse por él, ya advierto

    ResponderEliminar

Publicar un comentario