No importa que haga más calor que en el infierno... es ver los primeros abrigos, los tonos grises y el punto grueso y me entran ganas de que llegue el frío polar.
También es verdad que en cuanto llega el invierno me paso el día suspirando por ir a la playa, que yo tengo más espíritu caribeño que esquimal.

Kling ha sacado su colección para este otoño y ya he apuntado un par de cositas en mi lista de deseos... ¡y hay de todo! desde botines, hasta gorros, pasando por abrigos y guantes ¡que llegue la navidad yaaaa!

Cinturas altas, faldas cortas... y larguísimas bufandas. Todo muy pizpireto y sencillito.
También es verdad que en cuanto llega el invierno me paso el día suspirando por ir a la playa, que yo tengo más espíritu caribeño que esquimal.

Kling ha sacado su colección para este otoño y ya he apuntado un par de cositas en mi lista de deseos... ¡y hay de todo! desde botines, hasta gorros, pasando por abrigos y guantes ¡que llegue la navidad yaaaa!

Cinturas altas, faldas cortas... y larguísimas bufandas. Todo muy pizpireto y sencillito.

He de confesar que, aunque me da mucha pereza que se acabe el verano, en cuanto aparece la primera colección de otoño en las tiendas se me van los ojos... Ayer descubrí en Madrid una nueva tienda de Kling (aunque parece que voy con algo de retraso porque ya lleva como medio año abierta). Está en la parte alta de la calle Fuencarral y promete!
ResponderEliminarMe encantan los vestidos, y los precios son para no creérselos
ResponderEliminarYo tengo uno y sólo una pega: no tiene forro, y ya sabes lo que pasa, que a veces parece que llevo falda-pantalón!
ResponderEliminarMe va a matar por el comentario, querida Encantadora, pero el primer modelo (capucha y pompones) lo veo un poco de poligonera. No me va para nada con su estilo
ResponderEliminar¡Ohhh! porque no me lo has visto puesto (yo tampoco, porque aún no está en mi poder)
ResponderEliminar¡qué poca fe! si me lo pongo con unas sandalias de plataforma y unos pendientes enormes, entonces si: puedes llamarme La Yeni y meterme en un coche tuneao... pero te aseguro que te voy a encantar
ja, ja María ese efecto falda-pantalón es casi tan terrorífico como el gesto que hay que hacer para solucionarlo.
ResponderEliminarLos que yo tengo sí están forraditos... aunque según mi abuela insuficientemente. Dice que el blanco me transparenta hasta los pensamientos, y puede que tenga algo de razón.