... Pero que sea 2800... ni iónico, ni el 3000, ni nada...
Bendigo el día en que los adorables ancianitos que tienen a bien pasarse por mi casa todas las madrugadas del 5 de enero me pusieron el Parlux 2800 en mi zapatito de princesa.
He de confesar que en mi familia todos y cada uno de nosotros escribimos una minuciosa Carta de Reyes especificando por orden de preferencia todos nuestros deseos (y cuantificándolos), que sus majestades ya están entraditos en años y no tienen tiempo de andar de tienda en tienda indagando sobre las bondades de los secadores profesionales.
Hablé con mi peluquero (eso de estilista, a mi se me hace raro, que el estilo es de una y él sólo me ordena la maraña que tengo por melena), buceé en internet, lo consulté con otros "pros" del ramo... y todos dijeron lo mismo: El Parlux 2800 te cambia la vida, nena.
¡Y qué razón tenían!
La primera vez que lo encendí la ráfaga de aire casi me desnuca, pero en cuanto conseguí dominar a la vez el cuello y el secador ¡Eureka! ¡El éxtasis de la pelu expres!
Hay que reconocer que yo, hasta que el Parlux entró en mi vida, pensaba que las planchas de cerámica eran el mejor invento de la humanidad después de la penicilina (gracias, Pasteur, duele pero mola).
Yo gusto de eso que llaman liso asiático en los anuncios de champú, y que mi padre califica como: "lamido por una vaca"... Vamos, que si por mi fuera le pedía a sus Majestades Mágicas un pelo de chinita, pero me ha tocado uno de ratilla común.
Maldita naturaleza...
A lo que iba. Lo he intentado con el Lissima de Rowenta, con secadores caros, con las mega-planchas, con alisadores de cabello (excelente el de Redken)... pero con el Parlux sólo tengo que ponerme cabeza a bajo ¡y poco más! Bella como una estrella.
Ahorro tiempo en el secado, y ya no me paso las planchas, por lo que mi díscolo pelo me está muy agradecido porque ya no lo "frío" cada mañana.

P.D... Preguntados los profesionales del "peluquerismo" por qué prefieren el 2800 al iónico (mejor para la salud del pelo, pero peores resultados) o que el 3000, parece que los otros tienen más potencia, pero que el bendito 2800 achicharra más.
Melchor: gracias, majo, te has portado...
Bendigo el día en que los adorables ancianitos que tienen a bien pasarse por mi casa todas las madrugadas del 5 de enero me pusieron el Parlux 2800 en mi zapatito de princesa.
He de confesar que en mi familia todos y cada uno de nosotros escribimos una minuciosa Carta de Reyes especificando por orden de preferencia todos nuestros deseos (y cuantificándolos), que sus majestades ya están entraditos en años y no tienen tiempo de andar de tienda en tienda indagando sobre las bondades de los secadores profesionales.
Hablé con mi peluquero (eso de estilista, a mi se me hace raro, que el estilo es de una y él sólo me ordena la maraña que tengo por melena), buceé en internet, lo consulté con otros "pros" del ramo... y todos dijeron lo mismo: El Parlux 2800 te cambia la vida, nena.
¡Y qué razón tenían!
La primera vez que lo encendí la ráfaga de aire casi me desnuca, pero en cuanto conseguí dominar a la vez el cuello y el secador ¡Eureka! ¡El éxtasis de la pelu expres!
Hay que reconocer que yo, hasta que el Parlux entró en mi vida, pensaba que las planchas de cerámica eran el mejor invento de la humanidad después de la penicilina (gracias, Pasteur, duele pero mola).
Yo gusto de eso que llaman liso asiático en los anuncios de champú, y que mi padre califica como: "lamido por una vaca"... Vamos, que si por mi fuera le pedía a sus Majestades Mágicas un pelo de chinita, pero me ha tocado uno de ratilla común.
Maldita naturaleza...
A lo que iba. Lo he intentado con el Lissima de Rowenta, con secadores caros, con las mega-planchas, con alisadores de cabello (excelente el de Redken)... pero con el Parlux sólo tengo que ponerme cabeza a bajo ¡y poco más! Bella como una estrella.
Ahorro tiempo en el secado, y ya no me paso las planchas, por lo que mi díscolo pelo me está muy agradecido porque ya no lo "frío" cada mañana.
P.D... Preguntados los profesionales del "peluquerismo" por qué prefieren el 2800 al iónico (mejor para la salud del pelo, pero peores resultados) o que el 3000, parece que los otros tienen más potencia, pero que el bendito 2800 achicharra más.
Melchor: gracias, majo, te has portado...
¿Seguro que no es una máquina infernal? Que con ese nombre...
ResponderEliminarEso será la evolución de la Luger, y no me creo que entre en un bolso del tamaño del de la foto...
ResponderEliminarSe que es una ordinariez, pero me parecería mucho más apropiado llamarle "Parrús 2800". Además, abriríamos un nuevo campo de posibilidades de uso.
ResponderEliminarCIERTAMENTE TIENE UN NOMBRE Y UNA IMAGEN MAS BIEN POCO ATRACTIVOS... PERO OS GARANTIZO QUE ES MAGICO...
ResponderEliminarel post buenísimo...me encanta leerte
ResponderEliminarGracias Naturavia!!... y a mí me encanta que tú seas tan creativa.
ResponderEliminarYo de creativa, poco, y de peluquería, casi que menos. Lo que de verdad necesitaría sería un secador, o similar, inalámbrico, porque mis sesiones de peluquería made in feito na casa suelen acabar el borde del estrangulamiento por cable de secador enloquecido.
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