Buena cocina, una cuidadísima carta de vinos y un local mágico... con estas cualidades resulta imposible que el De Ana no sea uno de mis restaurantes favoritos en Santiago de Compostela.
Se ubica en un edificio de piedra en el barrio de Sar que en tiempos fue una antigua curtidoría y que ha sido restaurado manteniendo un acertado diálogo entre lo moderno y lo antiguo, y ha optado por la fórmula de "habitaciones" que permiten una mayor intimidad y tranquilidad para los comensales.
Esa sensación de intimidad se logra muy bien a través de la iluminación indirecta. Además, conserva un bonito patio en el que también se puede comer cuando el tiempo lo permite.
Para una primera visita el Menú Degustación (menos de 40€ por persona, pero sin incluír el vino)es un acierto seguro...
El inconveniente es que no lo varían y para las siguientes ocasiones ha de recurrirse a la carta.
El servicio, en cambio, es bastante mediocre... por no decir que hasta borde.
La carta de vinos sorprende por su abundancia de referencias curiosas, como el Finca La Milana 2005 por el que nos decantamos nosotros.
A mi me gustó, y eso que hasta los monos del Amazonas saben que soy más de blancos, pero es que lo bueno está bueno, y punto.
Saboreé encantada este tinto de Albert i Noya mientras Gran Torino metía el hocico en la copa y sentenciaba:
Dice Gran Torino que en la nariz da notas a flores rojas, violetas, pimiento verde y minerales.
Tiene una buena entrada en boca y resulta sedoso.
En lo que coincidimos ambos es en que es un vino elegante y, en resumen, fue una buena elección.
Olvido, 22. 15702 Santiago
981 57 07 92
Se ubica en un edificio de piedra en el barrio de Sar que en tiempos fue una antigua curtidoría y que ha sido restaurado manteniendo un acertado diálogo entre lo moderno y lo antiguo, y ha optado por la fórmula de "habitaciones" que permiten una mayor intimidad y tranquilidad para los comensales.
Esa sensación de intimidad se logra muy bien a través de la iluminación indirecta. Además, conserva un bonito patio en el que también se puede comer cuando el tiempo lo permite.
Para una primera visita el Menú Degustación (menos de 40€ por persona, pero sin incluír el vino)es un acierto seguro...
El inconveniente es que no lo varían y para las siguientes ocasiones ha de recurrirse a la carta.
El servicio, en cambio, es bastante mediocre... por no decir que hasta borde.
La carta de vinos sorprende por su abundancia de referencias curiosas, como el Finca La Milana 2005 por el que nos decantamos nosotros.
A mi me gustó, y eso que hasta los monos del Amazonas saben que soy más de blancos, pero es que lo bueno está bueno, y punto.
Saboreé encantada este tinto de Albert i Noya mientras Gran Torino metía el hocico en la copa y sentenciaba:
Dice Gran Torino que en la nariz da notas a flores rojas, violetas, pimiento verde y minerales.
Tiene una buena entrada en boca y resulta sedoso.
En lo que coincidimos ambos es en que es un vino elegante y, en resumen, fue una buena elección.
Olvido, 22. 15702 Santiago
981 57 07 92
este restaurante es nuevo? tampoco lo conocía....qué desastre!
ResponderEliminarNooo... lleva muchos años. Creo que no te miento si te digo que más de cinco.
ResponderEliminar¿Este sitio era antes el San Nicolás?
ResponderEliminarEra San Nicolás, pero nada que ver.
ResponderEliminarSí, parece que el cambio le ha sentado bien.
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